Y sin esperarlo, llegó una nueva mascota al Centro Gerontológico de Ablaña. Un gatito que llena de alegría y amor cada rincón, además de participar en las terapias como una alternativa más para trabajar con nuestros residentes y así mejorar su calidad de vida. Activar emociones, recuerdos, vivencias o provocar conversaciones y situaciones, es el objetivo que logra con éxito nuestro nuevo amigo al que hemos puesto el nombre de calcetines.